Bienestar Emprendedor: El factor olvidado para el éxito de una startup

Los emprendedores se mueven en entornos de alta incertidumbre, largas horas de trabajo y múltiples tomas de decisiones. Una serie de condiciones que lo llevan a estar 24/7 dedicado al negocio. Si bien emprender es una actividad muy satisfactoria, un ritmo tan intenso también puede inducir a que el emprendedor genere estrés, agotamiento (burnout) y decepción sobre la decisión de seguir emprendiendo.

Desde esta perspectiva, el bienestar del emprendedor es clave para lograr un mejor balance psicológico y emocional, ya que este es el responsable de liderar el proyecto. Por lo mismo, es estratégico que los fundadores cuenten con mecanismos de recuperación para un mejor bienestar. Un experimento científico realizado el año 2021 por Williamson, Gish y Stephan publicado en el reconocido journal Entrepreneurship, Theory and Practice entrega recomendaciones concretas a través de 3 mecanismos de recuperación (3Rs): Respite, Reappraisal & Regime. El primero apunta a tener instancias de descanso y desconexión. Por ejemplo, practicar meditación o mindfulness, pasear al aire libre, practicar algún instrumento; en cuanto a Reappraisal, éste tiene como objetivo cambiar los pensamientos y sentimientos relacionados al estrés. Por ejemplo, escribiendo todos los días las emociones asociadas a hitos importantes en nuestra vida. De esta forma ir cambiando cognitivamente el entendimiento sobre algunas emociones negativas que estén presentes; finalmente Regime, concepto que suma las dos primeras Rs, pero adicionalmente busca crear rutinas que contribuyan a darse un tiempo dedicado para recuperarse. Por ejemplo, tomar descansos planificados para evitar el agotamiento, destinar tiempo para socializar con amigos, o definir una hora para dormir todas las noches y lograr un buen descanso.

En este sentido, una cuarta recomendación es lograr un sueño de calidad. Éste permite que un emprendedor desarrolle una mejor capacidad innovadora. Este descubrimiento responde a otra investigación liderada por Williamson junto a sus coautores Battisti y Leatherbee (2018) llamada “Rest, Zest and My Innovative Best: Sleep and Mood as Drivers of Entrepreneurs’ Innovative Behavior” en donde realizaron un estudio sobre 121 emprendedores. La investigación demostró que cuando los emprendedores presentan buena calidad de sueño, su comportamiento innovador al día siguiente es más alto, al igual que su estado de ánimo es más positivo. Lo anterior tiene directa relación con una mejor capacidad de exploración y explotación de ideas por parte del emprendedor. Es decir, es capaz de enfrentar el día con mejores niveles e innovación. Por el contrario, cuando la calidad del sueño es baja, su estado de ánimo es negativo y su comportamiento innovador se ve afectado negativamente. En consecuencia, la toma de decisiones podría afectar el desempeño del negocio.

Los emprendimientos viven en la medida que existan emprendedores. Por lo mismo, es importante encontrar un balance entre el trabajo y el descanso. Además, es clave que los diferentes actores involucrados en el proceso de emprender (por ejemplo: gestores de aceleradoras, incubadoras de negocios, mentores, y por supuesto, los mismos emprendedores)  deben estar conscientes sobre el efecto que tiene el bienestar a nivel personal, como también a nivel de desempeño del negocio. Esta situación es similar al caso de un deportista que debe lograr el mejor rendimiento posible ante un campeonato para cumplir sus objetivos. Si el deportista no duerme bien la noche anterior de la competencia, no se alimenta correctamente, o su cabeza no está despejada, probablemente su desempeño será negativo, versus aquellos que sí están en mejores condiciones para competir. En consecuencia, es muy relevante poner a la persona (emprendedor) al centro del proceso, incentivando el uso de mecanismos de bienestar que contribuyan a lograr mejores resultados a nivel individual, del equipo de trabajo y el negocio.