Hace dos años, Elmira Safarova tomó sus maletas y trasladó a su familia desde Moscú, Rusia, al otro lado del mundo, a Santiago, Chile. Como nos contó en una tarde lluviosa en el Co-Work de Start-Up Chile, el objetivo de esta aventura era llevar a Rarus Health a nuevos mercados.
El desafío no fue fácil, no solo por las barreras lingüísticas y culturales que surgieron, sino también porque gracias a su Doctorado en Biología y Farmacología, y sus estudios en Economía y Gestión, la vida de Elmira antes de emprender era bastante diferente.
Pero con la ambición de acelerar a la startup que se presenta como un ecosistema digital para pacientes y profesionales de la salud relacionados con enfermedades genéticas raras, ella se sumó a nuestra generación BIG 4 y ahora es una de nuestras Alumni más conocidas internamente.
¿Cuál ha sido tu mayor desafío como fundadora de una startup?
Soy fundadora única y definitivamente es más difícil; y también soy mujer, lo cual es mucho más difícil. El mayor desafío para mí no es tomar decisiones o manejar responsabilidades, me he acostumbrado a eso, sino ser la capitana de algo que te exige planificar para el día después de mañana. Tienes que jugar en esta incertidumbre y creer en esta incertidumbre, y ser como un surfista esperando tu ola perfecta.
A veces parece que te mueves lentamente, tomas malas decisiones o no haces nada, pero en realidad no es así. Es una idea interna y una guía que te ayuda a avanzar y seguir adelante.
¿Qué es algo que desearías haber sabido antes de comenzar este viaje?
Cambié completamente mi rol social. Solía trabajar en una gran corporación en una posición de alto nivel con todas esas cosas de alto nivel. Pero cuando cambias tus tacones altos por zapatillas, inicialmente se siente genial, pero poco después comprendes que en medio de tu vida, todos tus logros, tu nivel social, se reinician porque simplemente cambiaste por completo tu vida y eres solo una fundadora única con un pre product market fit, sin fondos, etc. Para mí fue bastante doloroso y no esperaba que fuera tan doloroso. ¿Cambiaría mi decisión? No lo sé, pero creo que la respuesta correcta es que lo haría de nuevo.
¿Cuáles crees que son los principales desafíos que enfrentan las mujeres en el ecosistema actual de startups?
Veo dos aspectos. El primero es bastante obvio y un tema popular en todas las redes sociales sobre startups: si eres una fundadora mujer, será más difícil encontrar inversiones. Basado en mi experiencia, esto es cierto. (Los inversores hombres argumentaban) que no estábamos en el mismo idioma ni en la misma página. Las mujeres toman decisiones de manera diferente, su lógica es diferente. Así que como esta es una relación comercial, entre inversor y startup, no es obvio para los inversores. Y es difícil.
La segunda parte trata del lado social de ser una emprendedora. Tengo dos hijos, mi esposo, mis responsabilidades en el cuidado de mis hijos y ser responsable de sus clases, escuelas, todo. Y te sientes como un elefante en un espacio muy pequeño tratando de hacerlo todo pero rompiendo todo.
Siento que la sociedad me dice “tienes que ser una buena emprendedora”, “tienes que ser una buena mamá”, “tienes que ser una buena esposa”, “tienes que ser una buena cocinera”. Tienes que ser todo y ser la mejor al mismo tiempo, pero es imposible y tienes el poder de decirte a ti misma “no soy perfecta, disfruta”. Pero siento esta presión.
¿Qué consejo darías a alguien que quiere comenzar una startup?
Olvida que la startup es algo sexy. No es sexy en absoluto, es realmente mucho trabajo. Todos los días, a veces incluso todas las noches. Se trata de ser persistente e insistente, así que tienes que seguir adelante porque no se trata solo de tu idea, también –y principalmente– se trata de tu capacidad para trabajar duro y cometer tantos errores como sea posible.
Para mí, el trabajo realmente duro es la mejor explicación de las startups exitosas. Por supuesto que la idea y un equipo son importantes, pero creo que se reduce al trabajo duro y la buena suerte.