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Ecosistemas Dinámicos: Bienvenidos a la era del Caos

Columnas
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Innovación
Las startups trabajan dentro de un ecosistema, una red interconectada de actores que se involucran entre sí. Cada uno de nosotros, desde nuestra vereda, es agente del cambio.
Por: Juan Ignacio Leblebici
24 · 08 · 2022
7 min

 

 

El ecosistema emprendedor tiende a estar conformado por varios actores que se han repetido en la última década, se reciclan estructuras que conectan a empresas con emprendedores, incubadoras que potencian negocios y hacen surgir ideas, universidades que permiten acceder al conocimiento que nos lleva a ejecutarlas desde lo técnico y lo teórico, entre muchas otras instituciones ya conocidas en este mundo de las startups que nos permiten llevar las ideas más locas a un negocio, y bueno, porqué no, a un rotundo éxito..

 

Pero, si tenemos los mismos factores dentro de una ecuación, un sistema compuesto con variables que no pivotan, que se mantienen relativamente constantes…¿Cómo es posible que aparezcan emprendimientos innovadores año tras año?¿Qué rompe con la famosa regla de que al hacer lo mismo obtendremos los mismos resultados, si los mismos actores están presentes en este proceso? Tengo la respuesta a esa pregunta, un análisis sobre factores que no siempre hacemos, que bajo ciertos contextos, ayudarían a entender la diferencia entre un proyecto en Nasdaq y una pequeña librería, la compleja e inexacta respuesta la vemos todos los días y no nos damos cuenta… ¡El aletear de una mariposa! 

 

Bueno supongo que estarán pensando: “Y ¿Qué tiene que ver?”. Sí, parece algo aleatorio e impreciso, pero cuando vamos al detalle de qué significa este “Aleteo” podemos ver como marca la diferencia. Este término representa a cada uno de estos individuos que actúa, implementa, piensa, razona o evalúa de una manera diferente, en una sociedad donde las soluciones y problemáticas son personales, y las decisiones consecutivas e interconectadas de las personas conllevan a grandes cambios en la forma que hacemos las cosas, en este caso, podríamos llamarlo innovación.

 

Mi lunática afirmación se basa en un estudio científico, llamado La teoría del Caos. Esta última es una rama de las ciencias que trata sistemas dinámicos, dónde se entiende que pequeñas variaciones en condiciones iniciales, sensibles a cambios (justo como la sociedad), pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro, imposibilitando la predicción a largo plazo. O como lo gráfica en una de sus charlas Edward Lorenz “¿Puede el batir de las alas de una mariposa en Brasil dar lugar a un tornado en Texas?”. Esto último es lo que llamamos el efecto mariposa.

Desde nuestros espacios de acción, nuestra forma de actuar y de relacionarnos con la sociedad, es sin duda, un factor de cambio

Cuando escuché esa pregunta, me llamó mucho la atención, no la metáfora, más bien cómo se relaciona a lo que he presenciado, lo que he aprendido y la experiencia en estos 3 años -y un poco más- en Start-Up Chile. Ya he visto muchos proyectos pasar por nuestros programas, algunos más maduros y otros más tempranos, sorprendentemente, de alguna manera, algo nuevo se revela. “¿Y? ¿Llega algo interesante, Rocket Science?. -Es que ya lo han visto todo. ”. Típica pregunta de mis amigos. No es necesario que sea algo particularmente increíble, tiene que haber algo distinto que influya de tal manera en el resto de las variables, que cambie el resultado como un todo. 

 

¿Puede una suma de códigos enviar mensajes a todo el mundo?¿Puede una producción en cadena revolucionar las industrias? Las respuestas a estas preguntas, no son sino, el resultado de micro variantes en un ecosistema inicial. Los factores que determinan el cómo hacemos las cosas son las personas, los emprendedores que cuestionan lo instaurado, las sociedades que aceptan esas propuestas y todos aquellos que trabajan en los actores relevantes que están dentro de este ecosistema. Donde justamente alguien pensó, analizó o realizó algo de una manera disruptiva a como se hacía anteriormente, y una seguidilla de micro decisiones que permitió aceptarlo como una nueva realidad.

 

 “¡Esto es un caos!” dirían los más tradicionales, sorprendentemente con un sentido negativo. La idea de caos, a mi –personalmente– me parece que es el sinónimo de oportunidades, de nuevos desafíos y nuevas respuestas. Lo más importante, es que para generar movimientos caóticos tienen que existir miles de micro efectos que eviten pronosticar un resultado exacto esperado. 

 

He aquí mi invitación, cada uno, desde nuestros espacios de acción, nuestra forma de actuar, nuestra mínima, ínfima y casi nula forma de relacionarnos con la sociedad es un factor de cambio, en otras palabras… ¡Bienvenidos a la era del Caos!