¿Qué tienen en común una supernova y Adam Neumann? Pero quizás antes de eso incluso te preguntas ¿Quién rayos es Adam Neumann? Bueno, si aún no has visto el último hit de Apple TV+ y no eres fan de venerar a los founders, te cuento que este personaje es el polémico ex CEO de WeWork.
Fue su esposa, Rebeka Neumann, quién le habría concedido el calificativo de supernova para describir, imaginamos, su fuerza y energía arrolladora. Ahora bien, no tengo como dar fe de que ello es así. Me limito a citar como Anne Hathaway denomina a Jared Leto (“you’re a supernova”), quienes interpretan a Rebeka y Adam, respectivamente, en la serie de Apple TV+, WeCrashed.
Se trata de un drama que narra audiovisualmente el inicio, el desarrollo y, bueno (spoiler alert. Kind of), desplome de Adam Neumann como emblema del ímpetu arrollador, expansivo, storyteller innato/a, con el cual se asocia a todo emprendedor/a. Como buen drama de streaming, hay una buena cuota de licencia artística. Se retratan los excesos financieros y emocionales con elevados niveles de hipérbole. Con todo, la sustancia no cambia. La historia de WeWork hasta la ‘caída’ de Adam representa una parábola de cómo no se deben llevar las riendas de una startup con pretensiones de romper esquemas y convertirse en un negocio exitoso y sostenible.
El caso de WeWork resulta especialmente ilustrativo atendido el contexto de mega valorizaciones de startups que caracterizó al 2021. El clímax de la historia de la compañía que ofrece espacios de trabajo compartido se produce cuando Softbank, de mano de Masayoshi Son, eleva la valorización de WeWork hasta la astronómica suma de 47 mil millones de dólares. Al mismo tiempo, la compañía quemaba, como si de un lanzallamas se tratase, 219 mil dólares por hora. ¿Con qué objetivo? De acuerdo con Adam, crecer, crecer y, bueno, crecer (no solo en espacios de oficina compartida, sino que también en nuevas líneas de negocio: WeBike, WeFly, WeGrow, WE…you name it).