Start-Up Chile y el propósito detrás de la selección de nuestras startups

“¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza al pensar en Start-Up Chile?” Esa fue una de las preguntas de mi entrevista al postular al cargo de Alumni Network Manager en SUP Chile. Mi respuesta fue: Una aceleradora pública, que financia startups innovadoras y escalables, de base tecnológica, con fondos obtenidos a partir de la recaudación de nuestro aporte como chilenos, y lo mejor de todo, equity free –es decir, sin pedir nada a cambio–.

¡Pero no nos leamos la suerte entre gitanos! Quizás esa sea la principal razón por la que llegan más de 1.500 postulaciones a lo largo del año (we get it, it’s free money!), pero lo que muchos no saben es que nuestro propósito va más allá de otorgar fondos públicos a una buena idea de negocio con un buen equipo detrás, sin exigir retorno financiero en el mediano-largo plazo.

El propósito de Start-Up Chile como aceleradora pública se puede analizar desde dos perspectivas. Como aceleradora de negocios, parte del objetivo es aportar a las startups beneficiarias en su crecimiento, generando oportunidades de acceso a recursos clave como fondos de capital, espacio de trabajo, contactos e instancias de networking con inversionistas y mentores expertos de distintas industrias (Cohen and Hochberg, 2014); pero por sobre todo, buscamos generar instancias y entregar herramientas que permitan a los y las founders incrementar su aprendizaje, para así, mitigar aquellas barreras que pueden llegar a ser un obstáculo para el desarrollo de su negocio. 

Por otro lado, como organización pública, nuestro propósito reside en maximizar la retribución social que las soluciones por las cuales apostamos puedan aportar, también conocido como impacto social, el cual va desde la contribución de estas al desarrollo de sectores clave de nuestro país, la generación de empleo y estimulación de la economía en general; hasta el aporte en la huella de carbono, equidad de género, descentralización, educación, entre muchos otros temas.

Afortunadamente, esta política pública ha tenido grandes resultados y ha logrado cifras que lo avalan. A partir del último levantamiento de información realizado en 2020, Start-Up Chile ha potenciado a más de 2.200 startups, 71% extranjeras y 29% locales, resultando en un total de más de 5.000 emprendedores.

Nuestro impacto se materializa en una inversión total de USD $96,876,686 que se ha traducido en más de USD $2 billones de capital público y privado levantado por startups que han pasado por nuestros distintos programas (Build, Ignite y Growth), superando el 21X sobre lo invertido. Por el lado de las ventas, únicamente en Chile hemos alcanzado un retorno de 7,4X, acumulando USD$ 715.522.052, y por ende, más de 135 millones de dólares en impuestos recaudados, siendo este uno de los principales y más concretos retornos de los fondos aportados. Por otro lado, el impacto en el mercado del trabajo se ve reflejado en la creación de más de 26.000 empleos otorgados por nuestras empresas beneficiarias. 

Así, en resumen, nuestra búsqueda y posterior selección de aquellas ideas y empresas que postulan a Start-Up Chile, se basa en el potencial de las soluciones, modelo de negocio, plan de crecimiento, equipo fundador, entre otras; y por sobre todo, la contribución social que estas pueden aportar en materia de desarrollo económico, social y/o cultural de Chile, y la capacidad que dicho aporte local tiene para llegar al resto de los países. 

¿Tu idea puede aportar en esto? ¡Postula a nuestra próxima generación BIG 5 aquí!

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1 “Leerse la suerte entre gitanos” es un modismo chileno para hacer notar que lo que se está diciendo es conocido por la audiencia y que no hace falta andar con misterios.