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FEMALE FOUNDER FACTOR

Conoce a Magdalena Ramírez de Mi Tribu

Female Founder Factor
La emprendedora que pasó por Ignite 6 nos comenta los principales desafíos que tienen las mujeres que deciden tomar este camino y comparte sus mejores consejos (spoiler: ¡Súbete al escenario!)  
31 · 01 · 2025

Tras su paso por Ignite 6, Magdalena Ramírez ha visto que cada vez hay más mujeres emprendiendo, hablando de temas que les afectan en primera persona y pensando una forma de armar un negocio con estos. Eso fue justamente lo que ella hizo al co-fundar Mi Tribu, una startup que busca acompañar a mamás durante su embarazo y los primeros meses de puerperio.

 

“Siento que nos estamos acostumbrando más a ver mujeres en roles de liderazgo, siendo exitosas y eso motiva mucho”, comenta.

 

¿Cuál ha sido tu mayor desafío como fundadora de una startup?

Los founders de startups tenemos que ocupar muchos sombreros al mismo tiempo. Marketing, operaciones, ventas, estrategia, contabilidad, entre muchos otros más. El mayor desafío para mí ha sido equilibrar el tiempo dedicado a la estrategia versus el tiempo que le dedico a “getting sh#t done”. Salir del bosque y mirar el paisaje es fundamental para hacer análisis, pero es muy difícil cuando tienes muchos desafíos operacionales al mismo tiempo y pocos recursos.

 

¿Qué cosa te hubiese gustado saber antes de comenzar este camino?

Hay muchísimos aprendizajes sobre la industria de salud y educación temprana que he ido adquiriendo en el camino y que, de haber sabido antes, me hubiese ahorrado muchos dolores de cabeza. El otro lado de la moneda, es que entrar a una industria desconocida con ideas nuevas y el poder de la ingenuidad es lo que permite generar la innovación y los cambios que necesitamos como sociedad. 

 

¿Cuáles crees que son las principales complicaciones que enfrentan las mujeres en el ecosistema actualmente?

Las principales complicaciones creo que muchas veces son: estructurales para las mamás (acceso a cuidados, ayuda doméstica o redes de apoyo para poder dedicarle horas al emprendimiento); de acceso al capital (pocas mujeres en el mundo VC, inversionistas con perfil muy homogéneo con poca afinidad a empresas femeninas, fondos concursables escasos); de idiosincrasia (manejo de la culpa femenina, al gastarse la plata de otro, o  equivocarse con la plata de otros, síndrome del impostor).

 

En cuanto al tiempo, es un hecho que las mujeres le dedican más tiempo a labores del hogar que los hombres, y obviamente el tiempo para dedicarse a explorar una idea de negocio queda relegado a última prioridad. Además, las mujeres tienen el doble de probabilidades de tener problemas de salud mental que los hombres, y esto juega muy en contra al momento de lanzarse con una idea de negocio, creerse el cuento, vender la idea, etc.

Pareciera que el funcionamiento de la sociedad nos juega en contra, pero por otro lado, estar consciente de estos temas nos permite gestionarlos y anticiparnos a buscar soluciones.

¿Qué consejo le darías a alguien que quiera comenzar una startup?

Le aconsejaría que mire MUUUCHO para afuera de Chile, qué fondos concursables internacionales hay, qué empresas trabajan en el tema, qué están haciendo las universidades, quiénes son los líderes de opinión en este problema y qué recursos/habilidades claves necesitaría para implementar mi solución. Qué habilidades tengo, cuáles puedo aprender rápido, cómo buscar un partner. Hay muchísima información de calidad dando vueltas y además de enamorarnos del problema, los founders tenemos que tener los ojos muy abiertos a lo que ocurre en el mundo sobre este problema.

 

¿Cuál fue tu parte favorita del programa de Start-Up Chile?

La verdad es que aunque dé susto y se te apriete la guata, a mí me gusta subirme al escenario. Ya sea a dar un pitch, responder preguntas o ir a un panel. Creo que es muy reafirmante de que has hecho un tremendo trabajo para llegar a este punto y nadie sabe mejor que tú lo que estás haciendo y para qué. Eres la mejor persona para liderar tu startup.

 

Las special things de Magdalena

 

  • Sin saber coser, tuve una tienda de ropa por Facebook. Buscábamos los diseños, íbamos a Independencia a comprar las telas y mandábamos a hacer la ropa con costureras. Fui a bazares de moda y todo. No fue exitoso, nos equivocamos un montón, perdimos plata, pero lo pasé chancho.
  • Viví cuatro meses en Canadá, en un pueblo en el que era la única persona que hablaba español. Me conocían en el pueblo porque era el año 2010, entonces Chile fue muy comentado en las noticias por el terremoto y el rescate de los mineros. 

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